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sábado, 5 de marzo de 2011

DERIVADOS FINANCIEROS



Ayer vi en internet, una noticia que me sorprendió, acerca de los derivados financieros, “cerca de un centenar de afectados en la zona de Murcia, protestaron por que se han visto afectados por la venta de derivados financieros (SWAP), un producto que los bancos les vendieron en el 2008, como un valor seguro”. Estas personas lo único que pretendían era proteger sus hipotecas frente a futuras subidas del Euribor, se trata de trabajadores que lo único que pretenden es trabajar y asegurarse un futuro estable, y para nada saben lo que es la especulación financiera que se lleva a cabo a través de estos derivados financieros. Yo desconocía lo que es exactamente este tipo de producto bancario, pero esta noticia ha despertado mi curiosidad:

¿QUÉ SON LOS DERIVADOS FINANCIEROS?
“Un derivado financiero es un producto financiero, cuyo valor se basa en el precio de otro activo, de ahí su nombre. El activo del que depende toma el nombre de activo subyacente, por ejemplo el valor de un futuro sobre el oro, se basa en el precio del oro. Los subyacentes utilizados, pueden ser muy diferentes, acciones, índices bursátiles, valores de renta fija, tipos de interés, o materias primas”. Según nos explica Wikipedia.
Según  economistas y financieros, son activos muy interesantes ya que se juega con el valor futuro de los activos subyacentes sin hacer un gran desembolso, pero tienen un fuerte carácter especulativo, y en consecuencia, su riesgo también es elevado. En algunos casos están regulados y cotizan en el mercado de valores, pero no siempre. Son de dos tipos:
FUTUROS: No hay que pagar nada en el momento de suscribirlos, pero hay que disponer de una garantía para el pago, lo que estamos comprando es una obligación de pago futuro sobre los derivados.
OPCIONES: -En este caso hay que pagar una pequeña prima y a veces suscribir una garantía. Pero en este caso estamos fijando un compromiso de beneficios y pérdidas, nunca perderemos más de lo invertido en la compra, y los beneficios pueden ser elevados.
En nuestro país los derivados están regulados por dos órganos rectores fundamentales. El MEEFR, de renta variable en Madrid,  y el MEEF, de renta fija en Barcelona, estos también gestionan las compras y ventas que se realizan a diario mediante una cámara de compensación propia que efectúa las liquidaciones correspondientes.





¿COMO LLEGA ESTE PRODUCTO A LOS CIUDADANOS?
La Ley 36/2003, de 11 de noviembre, sobre medidas de Reforma Económica, obliga a las entidades de crédito a ofrecer a las personas que suscriben un préstamo a tipo variable, productos o sistemas que cubran el riesgo frente a subidas del tipo de interés.
Ante esta situación, los bancos empezaron a ofrecer a sus clientes este tipo de coberturas, basadas en derivados financieros, siendo muy común el de cambio de tipos de interés, o contrato de permuta. Los bancos y la buena situación económica propició que muchos clientes, confiando en los consejos de sus bancos, contrataran este tipo de instrumentos financieros, y otros más desconocidos para los ciudadanos, que firmaban los contratos, sin conocer los riesgos y la complejidad del sistema, incluyendo cláusulas en las que reconocían los riesgos, entendían las condiciones del producto, y librando de toda responsabilidad a las entidades bancarias, además llevaban implícitos costes muy elevados de la cancelación de estos contratos.
A pesar de que los bancos están obligados a verificar el conocimiento de  los clientes acerca de este tipo de productos, e informar de los riesgos existentes, parece ser que no siempre se informaba de forma adecuada, por lo que se están llevando a cabo muchas reclamaciones en relación a estas prácticas tan poco éticas por parte de las entidades bancarias. Pero la jurisprudencia en este tipo de actos no tiene unanimidad, si bien en muchas ocasiones da la razón a los ciudadanos, determinando la nulidad de los contratos, por distintas causas.

CONSECUENCIAS GLOBALES DE LOS DERIVADOS FINANCIEROS Y LA CRISIS ECONOMICA

El negocio de los derivados financieros, supone para muchas empresas un porcentaje muy elevado de sus ingresos, pero este mercado es netamente especulativo, por mucho que intenten encubrirlo como una forma de cubrir riesgos, y asegurar las inversiones. Las instituciones financieras se alejan cada vez más de poner soluciones a la economía real, y dejando que las crisis, situaciones políticas y sociales marquen el ritmo de crecimiento de un país. Debido a la globalización y a la dependencia de otros países, la caída del Dow Jones en EE.UU., la crisis del ladrillo en España, o los problemas políticos y sociales en los países árabes, y con estos la subida del petróleo, estos valores sufren fluctuaciones que llevan implícitas riesgos elevados, por ejemplo, si la crisis del mundo musulmán se agrava, la salida a bolsa de las cajas de ahorro, que ha propiciado el gobierno español para reforzar la banca, se vería seriamente perjudicada, ya que tanto los bancos de negocios, como las empresas españolas estarían dañadas por la crisis egipcia, y los problemas del Magreb.



I.C. POSADAS

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